lunes, 14 de septiembre de 2009

Sólo sus manos

Reflexiones - Sólo sus manos

Jennifer acababa de escuchar un informe perturbador
acerca de un aumento en los casos de depresión entre
las mujeres. El informe citaba un incremento del
alcoholismo relacionado con la depresión y una mayor
dependencia en las drogas que requieren prescripción médica.

"Y, ¿qué estás haciendo al respecto, Señor?" --oró Jennifer
Pero mientras más lo pensaba, más sentía que Dios le estaba
pidiendo a ella que hiciese algo. Sin embargo, todo lo que
podía ver eran sus propias limitaciones.

Para ayudarse a meditar sobre el asunto hizo una lista de
algunas de las razones que le impedían tomar acción: timidez,
temor de involucrarse, falta de tiempo, un corazón indiferente,
sensación de no ser adecuada, temor al fracaso ¡una lista de
cobardías!

Cuando terminó de hacer su lista era hora de recoger a los niños
en la escuela. Se puso su abrigo y fue a buscar sus guantes.
Los guantes estaban allí tirados, flácidos e inútiles hasta que ella
deslizó las manos dentro. En ese momento se dio cuenta de que
Dios no quería que pensase en sus limitaciones. Más bien quería
poner Su poder en las manos de Jennifer y obrar por medio de
ella, tal como los guantes se hacían útiles cuando ella entraba
las manos.

¿Por qué nos sentimos inadecuados para la obra que Dios nos
ha dado? Él quiere amar a los demás por medio de nosotros,
"según el poder que actúa en nosotros" (Ef. 3:20).

El llamamiento de Dios a una tarea incluye la fortaleza para
llevarla a cabo.

Tomado de Nuestro Pan Diario
Efesios 3:20
Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho
más abundantemente de lo que pedimos o entendemos,
según el poder que actúa en nosotros