domingo, 11 de julio de 2010

Celibato y Pedofilia....





New Hampshire

El Talón de Aquiles de la Iglesia Católica
- por Lilian Vargas-Mahoney

La profunda crisis que desacredita
a la Iglesia Católica por las denuncias de abuso sexual de
sacerdotes a menores, ha puesto nuevamente sobre el
tapete la vieja controversia sobre el celibato o
abstención sexual de los curas.

Muchos sostienen que no existe una base bíblica para el
celibato ya que cuando Dios creó al hombre le dio el
mandato que se multiplicara y llenara la Tierra
(Génesis 1:8) y a nadie exceptuó de estos
primeros mandamientos.

Quienes se oponen a esta prohibición en torno a la
sexualidad destacan que el apóstol Pedro, a quien
Jesucristo escogió como cabeza de su Iglesia Primitiva,
tenía esposa, lo que se confirma en Mateo 8:14-16,
cuando indica que El Salvador sanó a la suegra de
éste el tiempo que ella estaba “postrada en cama con fiebre”.

Existe más de una versión sobre el origen del celibato
en la Iglesia Católica. Algunos afirman que esta
práctica tiene sus raíces en una mal fundada
moralidad, mientras otros sostienen que nació para
proteger los bienes materiales de la Iglesia.

Se cree que esta práctica se basa en la creencia
del apóstol Pablo de que “en la carne no mora
el bien” (Romanos 7:18) y que con la carne se
sirve “a la ley del pecado” (Romano 7:25).
Basado en estos conceptos, Pablo aconseja a
los miembros de la Iglesia en Corinto que
“...Bueno le sería al hombre no tocar mujer”
(1 Corintios 7:1).

Sin embargo, aunque Pablo en esos versículos
bíblicos condena la sexualidad, establece claramente
que quienes no pueden abstenerse de
practicarla es mejor casarse.

“...Quisiera más bien que todos los hombres fuesen
como yo.....”; “Digo, pués a los solteros y a las viudas,
que bueno les fuera quedarse como yo”....;
“..pero si no tienen don de continencia, cásense,
pués mejor es casarse que estarse quemando”
...(1Corintios 7:7-9).

Antes de la Edad Media los sacerdotes podían
tener esposa, lo que preocupaba a los más altos
dignatarios de la Iglesia en esa época, quienes
buscaban una manera de proteger el patrimonio
de la Iglesia contra reclamos de herencia por
parte de los hijos procreados bajo matrimonio.
En el año 579 de la Era Cristiana, esta preocupación
llevó al Papa Pelagius II a concertar un acuerdo
con los sacerdotes para dejar claramente establecido
que nadie podía heredar las propiedades de la Iglesia.

Posteriormente, once años después de ese acuerdo,
el Papa Gregorio I declaró ilegítimos a todos los
hijos de sacerdotes. En el año 1022 fue el Papa Benedicto VIII,
quien prohibió el matrimonio “y las amantes”
para los sacerdotes, mientras que el Papa Inocente II
evitó todos los matrimonios de este tipo y los nuevos
sacerdotes ya casados tuvieron que divorciarse de
sus esposas si deseaban continuar en el ministerio
religioso católico.

En la Edad Media prevaleció la falsa creencia entre el
clero de que el cuerpo era sucio y la sexualidad debía
ser eliminada para obtener mayor espiritualidad.
Como podemos ver a través de las páginas de la historia
el celibato ha sido orígen de grandes controversias y
hoy la sexualidad, que de acuerdo a investigaciones
científicas es saludable y beneficiosa tanto para la salud
física como emocional, ha sido uno de los puntos más
vulnerables de la Iglesia Católica.

Durante una pequeña encuesta realizada por Siglo21,
todos los encuestados se manifestaron de acuerdo
en que el celibato sea abolido.

Deben dejarlos vivir sus vidas

“Pienso que deben dejar que los sacerdotes se casen
para que así puedan vivir sus vidas como otros humanos
las viven. Creo que es lo mejor para la Iglesia Católica en
estos tiempos que ocurren estos casos de molestar
sexualmente a niños varones. A ellos les hace falta eso,
no sólo sexo, sino también el amor y cariño que existe
en la familia, como se puede ver en esposos que asisten
a las iglesias”, dijo Fernando Vásquez, quien indicó que
a causa de los escándalos ocurridos muchos católicos han
perdido la confianza en sus sacerdotes.

Por su parte, Alba Lucía considera que “ los sacerdotes
son seres humanos” y sienten como tales. Ella está de
acuerdo en que tengan una familia y no ve razón para
que se les niegue ese derecho.

Otra fiel católica, María Cruz, comparte la opinión
anterior y agrega:

“Realmente la Biblia no apoya que los hombres
no se casen.

“Los diáconos deben ser maridos de una sola mujer”,
dijo Doris García, de la Iglesia Adventista, citando el
capítulo 3, versículo 2 de 1 Timoteo. “Deben casarse,
es lo que Dios recomienda. Quizás por impedirles el
matrimonio es que están sucediendo tantas cosas,
porque ellos son hombres carnales, humanos, que
tienen necesidad de una mujer por lo que yo
considero que deben casarse”.

Para Daniel Solano, también adventista,
“Dios hizo el hombre para la mujer y él se siente solo,
no se siente completo si no es casado, se completa con
una pareja. Dios ha impuesto el matrimonio para todos no
importa la religión, y pienso que es posible que no hubieran
ocurridos esos escándalos si se les hubiese permitido casarse”.

Como vemos, los religiosos entrevistados están plenamente
de acuerdo en que se reconsidere y anule el celibato a fin
de que los sacerdotes de la Iglesia Católica puedan formar
una familia como los miembros de todas las iglesias cristianas.
Es importante aclarar que este reportaje tiende
simplemente a llevar a los lectores el sentir, la opinión
de otras personas en torno al tema del celibato, que
ha generado grandes controversias tanto en el
pasado como en el presente.