sábado, 7 de marzo de 2009

Agradecido En El Momento Mas Difícil?‏

“Y habiendo dado gracias, lo partió”
1ª a los Corintios 11:24

Hace poco pasaba un momento muy difícil y Dios trajo a mi mente este pasaje que tantas veces había oído durante las “Santas Cenas”. Jesús en el momento más difícil de su vida fue capaz de dar gracias en medio del dolor y entregar su cuerpo para que Dios se glorificara e hiciera su voluntad, ahora me tocaba a mi; estaba siendo partida porque quería hacer la voluntad de Dios y debía aprender varias lecciones de vida y fue cuando Dios me dijo: “Acuérdate de mi y de lo que hice y haz lo mismo”.


Es una simbología muy hermosa . Hoy en día, me gusta participar de la Mesa del Señor, pero Dios me habló a través de éste pasaje de manera particular y para mi tiene un significado añadido y muy, pero muy especial.

Jesús sabía que aquella noche ocurriría algo que cambiaría el curso de la historia y el curso de su vida, sin embargo, estaba deseoso de compartir la cena con sus discípulos (Lucas 22:15), ya se acercaba la hora que debía ser entregado, azotado y sacrificado por quienes estaban con él en la mesa, por todos, por ti, por mí…

A pesar de todo, Jesús tomó el pan. Me lo puedo imaginar mirando fijamente el trozo de pan, partiéndolo mientras pensaba: “¡Esto no es pan, esto soy yo, y voluntariamente me entrego para ser partido, para sufrir por ustedes, porque les amo!”. ¡Qué grande y qué sublime! Y no sólo lo partió y lo repartió, sino que lo hizo ¡Dando gracias!

“Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mi”. Es muy probable que los discípulos no hayan entendido nada, Jesús se estaba entregando, sería partido por ellos y le estaba dando gracias al Padre por ese sufrimiento que vendría, porque aunque sabía cuan duro sería, lo hacía por amor.

Me gusta particularmente la versión de la Biblia en lenguaje sencillo: ” Cuando coman de este pan, acuérdense de mí”.


Si quería hacer la Voluntad de Dios debía voluntariamente dar gracias mientras mi cuerpo era partido, mientras sufría, si hubiese tomado una actitud contraria (como hice durante un tiempo) el Señor nunca hubiese sido anunciado en mi vida; recordé que mi vida ya no me pertenecía y si mi cuerpo debía ser partido debía acordarme de lo que hizo el Señor: dar gracias.

Señor, te doy gracias porque entiendo que solamente un pan que es partido puede ser compartido. Jesús fue partido y su amor compartido con muchos hasta hoy y ha llegado hasta mi… dame las fuerzas para que cuando tenga que ser partida, cuando tenga que pasar pruebas y dificultades por Ti, pueda ser agradecida y que los pedacitos que salgan de mi bendigan la vida de muchos.

Amén.

No hay comentarios: