martes, 31 de agosto de 2010

UNA BUENA MUJER














Hace años un profesor de la Universidad

John Hopkin asignó a un grupo de estudiantes

graduandos la siguiente tarea: vayan a los tugurios.

Tomen a 200 muchachos entre las edades de

12 y 16 e investiguen su trasfondo y ambiente.

Luego predigan sus oportunidades para el futuro.

Los estudiantes, tras consultar las estadísticas sociales,

hablar con los muchachos y copilar mucha data,

concluyeron que el 90 % de ellos pasarían algún

tiempo en prisión.

Veinticinco años después a otro grupo de estudiantes

graduandos se le asignó la tarea de probar la predicción.

Volvieron a la misma área. Algunos de los muchachos -

para entonces hombres- todavía estaban allí, unos

pocos habían muerto, algunos se habían mudado,

pero se pusieron en contacto con 180 del grupo original de 200.

Descubrieron que solo cuatro del grupo habían sido

enviados a la cárcel.

¿Por qué fue que estos hombres, que habían vivido

en un criadero del crimen, habían tenido tan

sorpresivamente buen comportamiento?

A los investigadores se les dijo una y otra vez:

"Bueno, había una maestra..."

Ellos insistieron y descubrieron que en el 75 % de

los casos se trataba de la misma mujer.

Los investigadores visitaron a esta maestra que

ahora residía en un hogar para maestros jubilados.












¿Cómo había logrado ejercer tan sorprendente

influencia sobre ese grupo de muchachos?

¿Podría ella darles alguna razón por la que estos

muchachos todavía la recordasen?

"No", dijo ella, "realmente no podría" Y entonces,

meditando sobre todos esos años, dijo graciosamente,

más para sí misma que para sus interrogadores:

"Amé a esos muchachos..."























Bits & Pieces, June 1995 Economics Press

Un gesto, una palabra, un toque, un abrazo o

simplemente mirar a los ojos alguien mientras habla,

puede marcar la diferencia. Tu has sido puesto en este

mundo para hacer la diferencia.

El odio despierta rencillas; Pero el amor cubrirá todas las

faltas. Proverbios 10:12.

Mejor es la comida de legumbres donde hay amor,

Que de buey engordado donde hay odio. Proverbios 15:17.

Las muchas aguas no podrán apagar el amor,

Ni lo ahogarán los ríos. Si diese el hombre todos los

bienes de su casa por este amor, De cierto lo menospreciarían.

Cantares 8:7.

1 comentario:

Anónimo dijo...

que bonito mensaje me ha ayudado mucho ´deberian estar mas cerca de los jovenes que lo necesitan